Por Sergio Mejía Cano
Por lo visto y leído, el gobierno estadounidense y otros entes políticos, tanto nacionales e internacionales, no cejan en su empeño para involucrar a como dé lugar al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y, por supuesto que a él mismo, en el conflicto entre Rusia y Ucrania; incluso, la embajadora ucraniana en México, ha insistido continuamente para que AMLO se pronuncie en contra de la supuesta invasión de Rusia en su país.
Y también algunos periodistas mexicanos, como Carlos Loret de Mola que, en uno de sus mensajes en tuiter, pregunta que, si ante las imágenes de varios cadáveres en una ciudad de Ucrania, el presidente mexicano no se indigna, es porque apoya la invasión de Rusia y a su presidente Vladimir Putin; y aquí lo que llama la atención es que, al igual que otros periodistas, políticos y adversarios de AMLO, dan como un hecho contundente que las imágenes que se han estado mostrando en los medios informativos, en verdad son actos cometidos por los rusos, tal y como si hubiesen estado presentes al momento de esos aparentes asesinatos.
Queda claro que, cada día que pasa en dicho conflicto entre Rusia y Ucrania, se desfasa más y más la realidad, poniendo en duda si en verdad todas esos bombardeos y destrucción de las ciudades en Ucrania, así como los cadáveres en sus calles, son todos actos efectuados por las tropas rusas; porque existe la posibilidad, de acuerdo a varios analistas, de que pudieran ser montajes o en su caso, ejecuciones exprofeso para culpar a los rusos y así, despertar la animadversión en contra de Rusia, sus soldados y, desde luego, contra su presidente Putin, al que el presidente gringo, Joe Biden, no baja de asesino de guerra, de cruel, etcétera; a tal grado de que, nada más falta que lo acuse de comer niños crudos.
Y queda muy claro también de que, la campaña en contra de Rusia cada día crece más debido a la propaganda lanzada por el gobierno gringo que, aprovechando su poderío tanto económico como militar, obligan a otras naciones a pronunciarse en contra de Rusia y a favor de Ucrania que, en realidad, vendía a ser un apoyo real al gobierno estadounidense en su afán de extenderse y llegar a las puertas del Kremlin.
El gobierno gringo no tiene la calidad moral para tachar de invasora a Rusia ni de que esté cometiendo crímenes de guerra y asesinatos de civiles inocentes de ambos sexos y de todas las edades, pues baste recordar la invasión a Irak con el pretexto de que este país tenía armas de destrucción masiva, armas que jamás fueron encontradas; pero también los conflictos armados que han organizado en varios países en todo el mundo e incluso, financiar los golpes de estado en Centro y Sudamérica, así como en tantos otros países del mundo, en donde la presencia gringa es más que fehaciente.
Para quien tiene los recursos y medios, no le cuesta ningún trabajo organizar matazones para echarle la culpa al enemigo, sin que el enemigo tenga nada que ver con esas matanzas de civiles inocentes cuya desgracia es estar en un país en donde sus mandatarios no se ajustan a los dictados del gobierno gringo.
En los años 70 y 80 del siglo pasado, se llegó a documentar tanto en la República de El Salvador como en Colombia, sobre asesinatos que cometían paramilitares haciéndose pasar por guerrilleros, persiguiendo y matando a campesinos, para después decir que habían sido los guerrilleros los que habían cometido esos asesinatos; todo con el fin de que la opinión pública local e internacional tachara a las guerrillas de esos países de América como los malos de la película.
Así que ahora puede estar pasando algo similar en Ucrania, en que haya grupos militares que estén cometiendo actos indebidos con el fin de echarle la cupla a los rusos y así, acrecentar la antipatía hacia Rusia y que así prospere la campaña emprendida por el gobierno de Biden de atacar por todos lados y por todos los medios a Rusia y su presidente al que, por cierto, el presidente gringo ya dio visos de pretender quitar a Putin.
Lo mejor en este caso para México, es que permanezca neutral, pues es un conflicto entre los gringos y los rusos y a México no le conviene cargarse a un lado ni a otro, sino nada más aplicar la doctrina Estrada de no intervención y la resolución pacífica de las controversias.
Eso de "estás conmigo o estás contra mí" es de lo más jalado que pudiera existir, pues siempre tiene que haber un punto neutro; lo tienen los huracanes en donde el ojo se podría considerar como un punto neutro.
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