Sergio Mejía Cano
En la entrega anterior, sobresale la pregunta de que qué anda haciendo el Tío Sam en el conflicto entre Rusia y Ucrania, y la respuesta contundente es, desde luego, proteger sus intereses y expandirse aún más allá de aquellos territorios tan lejanos a su propio país. Y precisamente el día de ayer, en el portal de La Jornada, aparece un reportaje de Europa Press, AFP y AP, con el encabezado, ?EU, la auténtica amenaza para el mundo: China?.
En dicho reportaje, China señala en un mensaje publicado vía tuiter que ?Estados Unidos debería preguntarse quién ha provocado todo esto?; y en este tuit, recuerda los países a los que Washington ha atacado en las últimas décadas. Pues la embajada de China en Rusia, también vía tuiter, señala entre otras cosas que: ?De los 248 conflictos armados que se produjeron entre los años 1945 y 2001 en 153 regiones del mundo, 201 fueron iniciados por Estados Unidos, lo que supone 81 por ciento del número total?.
Y, en este entendido, es de suponer que de nueva cuenta la mano que está meciendo la cuna en el conflicto Rusia-Ucrania, sea la del gobierno de Estados Unidos, pues basta recordar cómo ideó, autorizó, promovió y financió los golpes de estado tan característicos en Centro y Sudamérica; sin embargo, y para no ir tan lejos, históricamente se ha documentado cómo los Estados Unidos promovieron a través de su embajada en México, el derrocamiento del entonces presidente Francisco I. Madero, mediante las lúgubres tenebras de su entonces embajador Henry Lane Wilson, al inicio de la Revolución Mexicana.
El derrocamiento del presidente chileno, Salvador Allende Gossens, el 11 de septiembre de 1973, fue promovido por el entonces presidente gringo Richard M. Nixon, siendo que el gobierno de Allende estaba y era democrática y legalmente constituido; y si bien los Estados Unidos se dicen adalid de las democracias en el mundo, con este golpe en la hermana República de Chile, quedó de manifiesto que eso es pura lengua para los gobiernos gringos.
Y se ha documentado a través de los años que, en la mayoría, si no es que, en todos, de los conflictos bélicos en el Medio Oriente, en Asia, África y la mayor parte del mundo, ha estado metida la mano de los gobiernos estadounidenses, Por lo que no sería muy descabellado que ahora también estén metidos hasta la cocina para desestabilizar a Rusia y menguarle su liderazgo en la región que circunda a esta otrora socialista nación.
Esto desde luego, que es un conflicto que nos va ni nos viene a nosotros los mexicanos, porque en pláticas al respecto, hay quienes dicen que para qué nos preocupamos si es un asunto al otro lado del mundo; sin embargo, los coletazos que pudieran surgir en caso de que la guerra se extienda, tal vez sí que nos afectaría, de acuerdo a varios analistas que están al pendiente de lo que pudiera pasar tanto en cuestión financiera como de intercambio comercial; pero el gran riesgo, sería si se comenzaran a emplear bombardeos nucleares y, que con este pretexto, los Estados Unidos se metan a fondo, teniendo por fuerza, que crecer el conflicto a nivel mundial, en donde, de acuerdo a estos analistas, no habría vencedores ni vencidos, sino puros moribundos y el planeta destruido.
Y precisamente sea por esto que, mejor se esté optando por una solución en lo inmediato y que no se llegue a los extremos que, posiblemente mucha gente quisiera y que no toma en cuenta los posibles y nefastos efectos que pudieran derivar de un enfrentamiento entre varias naciones y no nada más de Europa, sino también de Asia y África y por ende, del continente americano en donde, al igual que en la llamada segunda guerra mundial, los gringos metieron a la fuerza a nuestro país, hundiendo a los petroleros mexicanos ?Faja de Oro? y Potrero del Llano?, y así obligar a México a meterse en aquel conflicto enviando al escuadrón 201 prácticamente en forma inútil e innecesaria.
Porque si bien, oficialmente se ha dicho y documentado que fueron submarinos alemanes los que hundieron los buques petroleros mexicanos, es obvio que posiblemente no pudo haber sido así, pues así como son de desconfiados los gringos, ya mero no iban a detectar que anduvieran submarinos alemanes frente a nuestras costas; ya que, como tenían la sensación de la neutralidad de nuestro país en dicha guerra, los gringos hundieron los petroleros mexicanos echándole la culpa a los alemanes, no dejándole otra opción a México, más que entrarle al asunto y, obviamente, poniéndose al lado de los gringos.
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