Sergio Mejía Cano
Ahora que se han retirado las lluvias y que el río Mololoa no ha aumentado su corriente, dicho río ha aumentado en un olor nauseabundo que, da clara muestra que en sí, es un drenaje a cielo abierto y, a pesar de que se ha dicho que se saneará este río, cada día queda más en evidencia de que el río Mololoa recibe gran cantidad de descargas de drenajes y de desechos tóxicos que lo han convertido ya en una cloaca por demás infectante para los habitantes que viven o que cotidianamente conviven en el entorno a dicho río.
Al llegar a la esquina de la avenida México y la calle 5 de Febrero, se percibe un aroma por demás desagradable y, al pasar por un puente por la calle 5 de Febrero, sobre este río que está entre la avenida México y la calle Juan Antonio de la Fuente que, viene a ser la prolongación de la calle Veracruz, al norte del centro de la ciudad, el aroma fétido se acrecienta más y más y, según los habitantes de este entorno, el mal aroma se debe a las plantas de tratamiento del agua que están al sur-oriente de la ciudad y, al preguntarle a varios taxistas, estos comentan que, frente a un centro comercial en ocasiones se acrecientan los olores fétidos y aún más, estando cerca del Hospital Puerta de Fierro, el mal aroma aumenta más en ocasiones y coinciden en que todo es por problemas de fallas que tienen dichas planta de tratamiento.
Sin embargo, al ver que cada día aumentaba más el mal olor en las inmediaciones de la zona comprendida entre la avenida México, la venida Victoria y la calle Juan Antonio de la Fuerte, ya en la colonia Paseos de la Constitución, varios vecinos coincidieron en que el fétido aroma provenía también de una fuga de drenaje que desde aproximadamente el mes de mayo de este año de 2021, precisamente a espaldas de una tienda departamental y al costado poniente del supuesto mercado Manuel Z. Larios, la fuga de aguas negras contribuían al mal olor de la zona y, lo malo de todo esto, es que quedaba en evidencia que, esa tubería rota dejaba en claro que ese drenaje descargaba claramente hacia el río Mololoa; y sí, porque ahora que, este pasado jueves ya se atendió dicha fuga, se ve que esas aguas negras van a dar precisamente hacia el río; sin embargo, al haber dejado pasar tanto tiempo esta fuga de aguas negras, se formó un socavón de tal magnitud que, la casa continua a esa tienda departamental, al lado poniente del río, sufrió severos daños en sus cimientos que los habitantes de esta finca fueron desalojados el pasado miércoles 15 de este mes de diciembre, precisamente porque esta finca está en peligro de colapsar debido al socavón que se formó bajo el piso de dicha finca. Pero no nada más está en peligro de colapsar esta casa a un lado de la tienda departamental, sino que también la misma tienda está en peligro de venirse abajo debido a que la fuga de este drenaje, ha ido socavando los cimientos de la barda que da a un lado de lo que viene siendo la prolongación de la calle Veracruz, pasando la avenida Victoria.
La pregunta es ¿por qué se dejó pasar tanto tiempo en arreglar esta fuga? Según varios vecinos de la zona en cuestión, fue porque se venían las elecciones del 06 de junio y que por eso no se podía arreglar la fuga porque se consideraría como promoción de la anterior administración municipal; sin embargo, a más de dos meses de esta nueva administración, hasta ayer jueves 16, fue que se comenzó a arreglar esta fuga, pero con los inconvenientes de que ya afectó por lo menos a una finca y tal vez hasta a la tienda departamental que está por la avenida Victoria y la prolongación Veracruz y que, a sus espaldas cambia al nombre de Juan Antonio de la Fuente.
Uno de los emblemas y promesas de la actual administración municipal, fue el sanear el río Mololoa; sin embargo, hoy en día más parece ya un drenaje a cielo abierto y más, porque queda claro que, desde que este río comienza la ya extendida zona conurbada de la ciudad de Tepic, lo más probable es que reciba en su cauce infinidad de descargas de todo tipo; y no nada más de drenajes, sino de descargas de industrias y talleres que avientan al río elementos por demás tóxicos y dañinos para la salud.
Pero lo que ha estado quedando claro que, por más que se diga que se va a sanear el río Mololoa, mientras no se atienda las descargas de aguas negras y otros desechos tóxicos a este río, la situación no cambiará en absoluto. De ahí que se obligue a quienes tengan que ver con las descargas de drenajes y demás, que no lo sigan haciendo.
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