Sergio Mejía Cano
Lunes, 26 de Abril del 2021. 2:49:40 pm
Letra más grande
Al inicio del sexenio de Vicente Fox Quesada (2000-2006). Cuando éste anunció que se construiría el nuevo aeropuerto en Texcoco, de inmediato hubo protestas y una fuerte manifestación en contra, sobre todo de los pobladores de San Salvador Atenco, en el estado de México, surgiendo así, los llamados Macheteros de Atenco.
En ese año de 2002, dichos macheteros luchaban por sus tierras que serían expropiadas a un precio entre los 7.00 y 25 pesos, ya fueran de temporal o de riego, respectivamente. Y en ese tiempo, se trasmitió un video en televisión abierta y en algunos de estos, protestantes montando a caballo y con machete en mano, se vio que al menos uno de ellos decía fuertemente golpeando sus botas con su machete, palabras más, palabras menos: ?mira Fox, estas sí son botas de hombre, no como las de p? como las que tú usas??.
Recuerdo que un algún artículo periodístico, cierto periodista escribió que ?ya mero algún gobierno priista hubiera permitido esta afrenta, como el de Carlos Salinas de Gortari, en que mínimo, los dirigentes de esa manifestación ya hubiesen sido aprehendidos siendo acusados de abigeato, guerrilleros, narcotraficantes y otras acusaciones por el estilo?. Y en sí, no se llevó a cabo la construcción del aeropuerto y por ende, tampoco la expropiación de los terrenos requeridos; y desde luego, ningún tipo de represión relevante. Sin embargo, el colapso llegó en el 2006 con aquella represión bárbara y cruel en contra de los pobladores de San Salvador Atenco, cuando fungía como gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto; pero esta ya es otra historia.
Porque queda claro que si bien ofendieron la hombría de Vicente Fox, y tal vez hasta la investidura presidencial, Fox no ordenó en su momento en aquel año de 2002 ningún tipo de represalia ni mucho menos; todo quedó en veremos y se calmaron las aguas, posiblemente esperando un mejor momento, como el que llegó en el sexenio de Enrique Peña Niego, precisamente, tanto siendo gobernador del estado de México, por la represión y golpiza contundente que, de ninguna forma se pudo justificar y menos, las acusaciones de violaciones tumultuarias a varias mujeres por parte de elementos policíacos. Y, la decisión de la construcción del aeropuerto en Texcoco, precisamente, ya siendo presidente Peña Nieto, en donde dichos macheteros ya no aparecieron protestando, y si los hubo, estos fueron totalmente reducidos o tranquilizados de alguna forma.
Pues bien. A propósito de Peña Nieto, los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) que ahora están tratando de acotar la voz del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), un día y otro también, hasta tratando hace tiempo de suspender sus conferencias de prensa matutinas y, como no han podido, ahora tratan de que no hable de lo que no les gusta ni a ellos ni a los llamados conservadores, por ver una supuesta intromisión electoral, ¿se hubieran atrevido a tratar de callar a Enrique Peña Niego, así como lo han estado haciendo con AMLO?
Desde luego que no, lo que indica y significa que AMLO muestra cierto grado de tolerancia, aunque sus detractores le digan dictador y acaparador de Poderes. Porque nada le costaría al actual gobierno federal hacer públicas las posibles investigaciones que haya llevado a cabo respecto a los concejeros del INE más recalcitrantes en contra de AMLO y desde luego del partido político que él creó: Morena. Porque lo más probable, es que AMLO y su equipo no se hayan cruzado de brazos sin mandar a investigar el porqué del comportamiento de estos consejeros, sobre todo del consejero presidente del INE Lorenzo Córdova; porque se entiende que algo le sabe AMLO, cuando se refirió al papá de Lorenzo Córdova Vianello, Arnaldo Córdova, y comparándolo con su hijo, dando a entender que el vástago de papá Córdova no le llega ni a los talones a su papá en cuanto a comportamiento honesto.
Obviamente que si AMLO o su equipo dieran a conocer públicamente alguna anomalía del comportamiento de Lorenzo Córdova, los detractores de la actual administración federal acusarían al presidente de vengativo, intolerante, dictador, etcétera, por lo que tal vez mejor lo deja hacer y que las cosas caigan después por su propio peso, y que el golpe de justicia llegue por otro lado a estos consejeros del INE que se ve, no están trabajando con honestidad y mucho menos con imparcialidad, tal y como deberían de actuar. Así que esperemos que el tiempo sea el que dé la razón a quien la tenga, si el INE o AMLO.
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