Ricardo Esquivel Castañeda
Viernes, 26 de Febrero del 2021. 1:42:38 am
Letra más grande
Una fuerte tormenta invernal que afectó ya desde hace varios días al sur de Estados Unidos (EE. UU.), provocó, por las temperaturas tan bajas, pérdidas de vidas y que millones se quedaran sin electricidad; pues bien, un problema externo ha generado problemas con el suministro de energía eléctrica en México.
Tiene razón lo que dijo en su momento Agustín Carstens, ex gobernador del Banco de México: ?si a Estados Unidos le da gripa, a México le da neumonía?, y efectivamente, no es una exageración esa frase, es la realidad de las cosas. La nevada tan intensa provocó, según los medios noticiosos, que los gasoductos se congelaran e impidieran la llegada del gas natural a nuestro país, producto con el que la CFE genera electricidad. O sea que, dependemos del gas americano para generar nuestra energía.
Veamos el problema más de cerca. El portal de internet elfinanciero.com.mx del día 18 de febrero publicó que, ?hasta el primer semestre de este año, el 90 por ciento del combustible consumido en México proviene del extranjero, según el Prontuario Estadístico de Gas Natural de la Secretaría de Energía (Sener)? En contraste, hace diez años, en 2009, el porcentaje de importaciones correspondía al 32 por ciento. Es decir, en una década el país ha triplicado su dependencia al combustible del extranjero, mientras que, del total, 90 por ciento proviene de Estados Unidos?.
Este es el inconveniente que tenemos en México, la economía depende de nuestros vecinos del Norte, nos guste o no, esa es la verdad. Es mejor reconocer el problema y buscar la manera de resolverlo, porque lo peor es tratar de negar la situación actual, como lo ha hecho el Gobierno de la 4T, diciendo que en el país se hace respetar la soberanía, cuando esto está muy alejado de la realidad.
Recordemos que hace meses, en plena pandemia, la industria automotriz de EE.UU., reinició sus operaciones y en México se reiniciaron también, sin importarle al Gobierno mexicano la salud de nuestros trabajadores; las industrias maquileras de autopartes empezaron a trabajar, sobre todo en el norte del país.
Tenemos el caso de las remesas que envían nuestros paisanos de EE. UU., a México, según La Jornada del 7 de enero, ?las remesas captadas por México de enero a 2020 sumaron 36 mil 945 millones de dólares? el presidente Andrés Manuel dijo que los mexicanos que han mantenido el envío de remesas al país ?nos están sacando del hoyo? y confió en que se establecerá un nuevo récord de envíos a México al superar los 40 mil millones de dólares en 2020?.
Las remesas son nuestra segunda fuente de ingresos, asunto preocupante, pero pareciera que es un logro del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), cuando no es mérito de él, debería de avergonzarle por la gran fuga de fuerza de trabajo; esto no es soberanía sino dependencia económica; y hoy, lo comprobamos con la decisión del gobernador de Texas de no vender el gas al exterior por varios días, lo que ha generado ya apagones en diversos Estados del país y afectaciones a la industria porque dependemos un 90% del gas texano.
¿Cuál ha sido la reacción del Gobierno mexicano? En la mañanera del 18 de febrero ?AMLO pidió a la ciudadanía apoyar reduciendo el consumo de luz al mínimo, de las 18:00 a las 23:00 horas, todo esto buscando que la reducción produzca aumentar las reservas de energía. Así como señaló que dicho suceso con Texas serviría de lección y ayudaría a entender por qué se debe fortalecer las empresas públicas y darles prioridad para no depender de nadie más?.
Sólo se le exhorta a la gente a reducir el consumo de luz, pero el uso doméstico o residencial es de un 24.91 %, el sector público de 8.10 %, el comercial de 7.91 % y el industrial con el 59 %, lo que significa que es poco efectivo el llamado o que ayude mínimamente, porque es claro que consume más la industria, a quien realmente afecta; lo que está pasando que sirva de lección dice, para entender por qué es importante fortalecer las empresas públicas. Nuevamente bajo el estilo muy peculiar del Presidente, envuelve su discurso en su intento por aparecer ante los mexicanos como el salvador de la patria, cuando sus hechos, sus acciones demuestran lo contrario.
De las empresas públicas, llámese Petróleos Mexicanos (Pemex), Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), CFE, Caminos y Puentes Federales (Capufe), Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), por mencionar algunos, ¿qué es lo que él está haciendo para que nos sintamos orgullosos? Empezando por Pemex, lo más destacado aquí es la construcción la Refinería de Dos Bocas, miles de millones de pesos se han ido ahí y los estudiosos del sector energético aseguran que en estos momentos no es redituable invertir en la extracción de petróleo, que es echar dinero a un barril sin fondo; está Capufe que nos da carreteras en muy mal estado, con tarifas muy altas; la CFE, empresa que sigue trabajando con energías contaminantes como el combustóleo, y que cada día van en aumento los precios de la luz para los hogares mexicanos. No se ve que haya algo como para que se pueda decir que tiene razón el Gobierno.
El Presidente no dice qué se hará para revertir esa situación de dependencia, que nos hace vulnerables como país, es cierto que no se puede cambiar un asunto así de la noche a la mañana, pero cuando menos se esperaría una reacción más audaz para enfrentar el problema, como buscar otros vendedores de gas natural e invertir en nuevas energías, innovar en este sector de la energía, tiene que haber una política seria, bien planeada, estructurada para sacar a México del hoyo en que estamos, de no hacerlo, los problemas seguirán brotando por todos lados al Gobierno y no se ve cómo puedan remontarlos, el llamado es a que en las próximas elecciones el pueblo no le dé el apoyo electoral al partido actual en el poder.
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