Articulo de Opinión

La Cuarta Transformación es enemiga del pueblo pobre

Gualberto Maldonado Morales

Lunes, 3 de Agosto del 2020. 10:26:43 pm

Letra más grande

La colonia Villas Miramar en Bahía de Banderas se formó en el 2007 con la ocupación de los lotes destinados para el establecimiento del fraccionamiento del mismo nombre. Habitado por vecinos provenientes de varios estados de la república que llegaron- en su mayoría- en busca de trabajo a la costa sur de Nayarit y a Puerto Vallarta, ahora tiene una tranquilidad que no tenía en sus primeros años de existencia. Son más de mil familias las que ocupan los lotes en las 2 secciones de este asentamiento y como muchas colonias populares del país carecen de los servicios más indispensables para vivir.

El asentamiento de los vecinos implicó la ocupación del predio que perteneció a una empresa dedicada a la construcción de vivienda de interés social. Al declararse en quiebra, la empresa abandonó el proyecto y los predios quedaron a la deriva. Empezaron a llegar los primeros colonos y ocuparon lotes, algunos de los cuales ya tenían cimientos, otros tenían viviendas construidas y otros más eran lotes baldíos sobre los que construyeron viviendas muy precarias. Así inició el asentamiento de lo que hoy es Villas Miramar.

Algunos de los primeros ocupantes no se adaptaron a las difíciles condiciones del lugar: clima muy caluroso, animales ponzoñosos, violencia e inseguridad, así como la total falta de servicios, lo que provocó que abandonaran los predios ocupados, más de uno ?vendió? el terreno que ocupaba y así llegaron nuevas familias. La necesidad de vivienda, de un pedacito de patria para proteger a sus familias obligó a ocupar los lotes por gente muy pobre; pero también la ambición de algunos que se aprovecharon del ?rio revuelto?, acapararon lotes que luego vendieron a pesar de no tener certeza jurídica, hicieron su ?agosto? con los lotes invadidos.

Durante el paso del tiempo surgieron liderazgos, la mayoría vivales que se ocuparon de ?tramitar? la regularización de la colonia, la introducción de los servicios básicos pero que solo sacaron dinero a los humildes habitantes que pretendían legitimar la posesión de sus lotes y tener una vida más digna. Todos los esfuerzos fueron en vano, toda vez que la verdadera intención de los sedicentes líderes no era apoyar a la población a resolver sus problemas sino a sacarles dinero a como diera lugar. Durante todo este tiempo, ninguna autoridad cuya función fuera la regularización de colonias se acercó a los vecinos Villas Miramar, ni el IPROVINAY ni la vieja CORETT tomaron cartas en el asunto. Villas Miramar no existía para las autoridades excepto para las elecciones; para las votaciones los políticos llegan a hacer campaña y a prometer tanto la regularización como los servicios.
Hasta el día de hoy nada de eso se ha cumplido. Así mismo ninguna autoridad intervino para frenar los desalojos y las agresiones de que fueron objeto los vecinos de Villas Miramar por parte de instancias gubernamentales, que amparándose en el uso de la fuerza y pensándose dueños del poder absoluto se dedicaron a amenazar a varias familias y a desalojarlos con el uso de la fuerza.

Decepcionados de varios liderazgos y después de varios fracasos, un numeroso grupo de vecinos solicito el apoyo de Antorcha Campesina en el año 2015. La organización explicó su método de trabajo ante la asamblea de vecinos: unir a todos los interesados en resolver el problema de la regularización, plantear el problema ante la autoridad correspondiente y luchar constantemente para que se resolvieran los problemas planteados. Así inició la lucha de los colonos organizados en el Movimiento Antorchista.

La organización planteó el problema ante el Gobierno del Estado y para octubre de 2015 se firmó un acuerdo con el Secretario General de Gobierno, estando presentes el presidente municipal de Bahía de Banderas, el director del IPROVINAY, el delegado de la CORETT en Nayarit y la Dirigencia Estatal de Antorcha; en dicha reunión se estableció la cantidad de 1100 personas a los que se regularizaría la posesión de los lotes; también se acordó detener los procedimientos ilegales de la Fiscalía General del estado en contra de los humildes colonos y se acordó realizar un censo y un estudio socioeconómico por el Iprovinay para proceder a la regularización. A pesar de los acuerdos la realidad poco cambió en la colonia. Prosiguieron las amenazas y los desalojos continuaron y el proceso de regularización acordado no se concretó.

Fue así como la Dirección Nacional del Movimiento Antorchista tomó en sus manos el asunto y lo planteó ante el Gobierno Federal para que se resolvieran los asuntos a favor de los colonos. Fueron necesarias varias movilizaciones ante la Secretaria de Gobernación, una de ellas con un contingente de Cien mil personas para que el gobierno federal accediera a resolver en definitiva la problemática y parara las agresiones y amenazas que incluían las proferidas por altos funcionarios del gobierno del estado en contra del dirigente estatal de nuestra organización.

Con la lucha de los antorchistas, se logró la compra del predio en donde está asentado Villas Miramar, que abarca un total aproximado de 33.5 hectáreas en poco más de 50 millones de pesos. Además, se destinaron aproximadamente 10 millones de pesos para la escrituración gratuita de la totalidad de los lotes. Se inició el proceso de escrituración con el levantamiento de un censo definitivo por el INSUS en los primeros días de noviembre de 2017 y en marzo de 2018 el INSUS procedió a hacer los contratos con los vecinos para su escrituración, concluyendo el proceso el 12 de octubre del mismo 2018 con la entrega de un documento que hace constar que el interesado realizó su contrato para la escrituración haciendo la función de una pre-escritura que fue entregada en público por personal del INSUS.

Pero apenas al inició del gobierno de la Cuarta Transformación, los funcionarios del INSUS actual se dedicaron a descalificar todo el proceso realizado, a escamotear los avances del pueblo para lograr la regularización y decidieron unilateralmente realizar un proceso paralelo ignorando todos los trabajos realizados, calificándolo en reiteradas ocasiones como fraude. Un nuevo proceso en el que no se consideraron los datos existentes en torno a los posesionarios ni las medidas de los terrenos, modificaron nombres y medidas a discreción. Los supuestos funcionarios del INSUS y los funcionarios de la presidencia municipal de Bahía de Banderas se dedicaron a atacar a la organización de los colonos lanzando infundios y calumnias para confundir a los habitantes de Villas Miramar.

Se lanzaron contra la organización que representa a los vecinos porque a eso los enviaron. Los intereses económicos y políticos del gobierno de la Cuarta transformación se conjuntan con las ambiciones políticas y económicas del actual gobierno municipal para intentar expulsar a la organización de Bahía de Banderas. De manera por demás oportunista, el ayuntamiento que encabeza Jaime Cuevas pretende aprovecharse del trabajo del pueblo organizado en la idea de demostrarles a los humildes colonos de que para escriturar no se requiere estar organizados ni luchar unidos; así mismo el gobierno de la 4T nulifica todo tramite realizado con anterioridad por una instancia del gobierno federal para erigirse como un gobierno incorrupto y que resuelve los problemas de la gente. Así pues, los colonos están bajo fuego de políticos oportunistas y ambiciosos, que se hacen pasar por demócratas, incorruptibles y atentos, para disgregarlos, para aprovecharse a sus anchas y satisfacer los poderosos intereses que los mueven.

Así queda demostrado que el gobierno de la cuarta transformación no es ni democrático ni le importa un ápice el pueblo pobre y si en algún momento voltean los ojos hacia él es por tienen urgencia de votos, porque les interesa proseguir con el régimen de corrupción que tanto dicen atacar, porque le interesa sumir al pueblo en la más profunda de las miserias en aras del enriquecimiento del nuevo grupo económico que hoy detenta el poder de la nación. La Cuarta transformación combate a la organización popular porque es un peligro para el reinado de los que se sienten los nuevos amos de México. En Bahía de Banderas, el gobierno de la Cuarta tiene personeros en la presidencia municipal, que no dudan en sumarse a la jauría para atacar a inermes ciudadanos badebadenses en lugar de procurar su verdadero bienestar.

Por eso es que para el próximo periodo electoral, los habitantes de Bahía de Banderas deben razonar bien su voto, deben decidir entre apoyar a un gobierno insensible, enemigo de pueblo que lo tiene sumido al país en una profunda crisis sanitaria con el Covid 19 con cerca de 45 mil fallecidos, en una crisis económica que ya se deja sentir entre los trabajadores y que no muestra ni por asomo que vaya a cambiar su política o bien, apoyar a un nuevo proyecto que realmente vele por los verdaderos intereses del pueblo, que lo defienda y lo proteja.