Ricardo Esquivel Castañeda
Hasta hace dos días, las cifras del coronavirus (Covid-19) en Nayarit eran de cinco muertos y 27 casos positivos, y ayer el país registró 486 muertos y 6, 297 casos positivos. El problema sanitario es grave, es algo real y por lo tanto se debe de ver con toda seriedad, creemos que el llamado de ?Quédate en casa? de la Secretaría de Salud es correcto, pero limitado, más ahora que se extenderá el periodo de enclaustramiento de las familias en sus hogares, porque no toma en cuenta la verdadera realidad en que viven millones de mexicanos.
Veamos algo de lo que pasa en estos momentos en Nayarit, apoyándonos en comentarios del gobernador del estado, Antonio Echevarría García en su Facebook del día jueves 16 de abril. Él dice, ?¡así no se va a poder contener el Covid-19! Por todos los medios a mi alcance, he insistido a las y los nayaritas QUEDARSE EN CASA. Les comparto imágenes de hace unos momentos en el centro de Tepic. ¡SEAMOS RESPONSABLES!?. Ciertamente, antes de estos comentarios del ejecutivo estatal, en el canal 10 TV Nayarit se presentan imágenes de automovilistas y mucha gente por las aceras y negocios del centro de la ciudad de Tepic.
¿Qué entender del mensaje? Una cosa. Que el mensaje del Gobernador, y aquí cabe también el del presidente López Obrador, no es racional, es decir, no es el adecuado porque se topa con algo que impide que se pueda cumplir. Veamos algunos datos que nos permitirán comprender mejor la situación; según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en su medición de pobreza del 2018, el estado de Nayarit cuenta con una población de aproximadamente 1.2 millones de habitantes, de los cuales 451 mil personas viven en pobreza (34 por ciento), 76 mil en pobreza extrema (6 por ciento) y 154 mil viven en viviendas de mala calidad y muy reducidas. Como se ve, antes del Covid-19 la situación ya estaba tétrica, muchas familias, miles, tenían problemas para alimentarse, para atenderse en cuestiones de salud, carecían de agua, de drenaje, y vivían, y siguen viviendo, en casas de mala calidad, chicas, con uno o dos dormitorios y hacinados.
Otro dato más y muy importante, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) del último trimestre del 2019 de su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en Nayarit se tiene una población ocupada de 601,615 y 24,847 desocupada; de los primeros el 27 por ciento (162 mil) trabajan por su cuenta. O sea, que antes del problema sanitario ya había 24,847 desempleados, gente que no tenía trabajo, gente que seguramente tenía problemas para adquirir alimentos; ahora con el cierre de hoteles, centros comerciales, restaurantes, etcétera, se ha despedido ya a miles de trabajadores que sí estaban como asalariados, algunos fueron apoyados con algo, otros se les despidió sin darles nada, y por último están los que se desempeñan en la denominada ?economía informal?, que son los que trabajan por su cuenta, como los vendedores ambulantes; la inmensa mayoría de los 162 mil se quedarán sin trabajo ya que son de los más afectados. El resultado que ha provocado la pandemia es que miles, miles de familias nayaritas se queden sin trabajo y obligados a enfrentar la cuarentena sin los recursos necesarios para sostener a sus familias.
Y, ante el avance de la enfermedad contagiosa en el país, se le dice a la gente ?quédate en casa?, ?no salgas a la calle?, el llamado se hace como si todos los mexicanos vivieran en las mismas condiciones materiales, donde todos tuvieran los refrigeradores llenos de alimentos para aguantar por todo el tiempo que dure el mal, está claro que quienes lo dicen es porque tienen con qué comprar alimentos o de plano no saben a qué problema se está enfrentando el estado y el país. Pero, y los miles de gentes que en estos momentos ya no tienen alimentos, esos de qué vivirán, cómo le harán para alimentar a sus hijos. Claro está que esas preguntas casi no son discutidas en los medios de comunicación.
Para hacer frente a una situación tan difícil, el Gobierno estatal y los municipios se han limitado a solicitar a la sociedad civil donación de alimentos, hacen las despensas y luego el Ejército Mexicano las va entregando en algunos lugares, pero en verdad, las despensas son pocas para tanta necesidad. La respuesta pues, es insuficiente, es como una gota de ayuda en un océano de necesidades, aquí simplemente se ha ignorado la experiencia China, a grandes males grandes remedios, los chinos le han invertido muchísimo dinero al sector salud y al combate de la pobreza, en México a pesar de que somos una de las economías más ricas, se le regatea los alimentos en estos momentos a la mayoría que tanto los necesita.
Conclusión, el pueblo no es responsable de que el Covid-19 no se detenga, el responsable es el sistema social en que vivimos, que por muchos años sólo ha beneficiado a unos cuantos, se ha abandonado el sector salud y el bienestar de las familias mexicanas, cómo exigirle a la gente de no salir a la calle para buscar el alimento cuando no se le ayuda, denunciemos estos actos injustos, unámonos a la campaña de denuncia para hacer que el Gobierno cambie de estrategia y por el momento que invierta todo el dinero que se requiera para garantizar la alimentación de los que lo están necesitando.
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