Por Sergio Mejía Cano
Desolados lucen céntricos hoteles que, hasta antes de esta sugerencia de cerrarlos, son muy concurridos cotidianamente; y en la misma situación se supone que deben de estar la mayoría, si no es que todos los hoteles de la capital nayarita.
Aunque por precaución o por aquello de no te entumas debió quedar más de uno como respaldo para cualquiera emergencia; obvio que desde luego de que se hayan pensado bien las cosas.
Sin embargo, solos y abandonados podrían no estar estos hoteles, ya que se ve gente al interior, por lo menos de estos céntricos hoteles cuyas puertas a pesar de estar cerradas, se mira gente en su interior; y esto se podría considerar normal, porque desde luego que personal de mantenimiento tiene que hacer el aseo cotidiano para no dejar que se llenen de polvo las instalaciones; así como algún personal administrativo aprovechando la pausa para balancear bien las cuentas, desde luego.
Así que esto se presta para decir que no quedaron completamente solos los hoteles, porque en los de la periferia de la ciudad se observan carros en sus estacionamientos o en las afueras, por lo que se supone que sí hay personas dentro, aunque tal vez puros empleados; pero, ¿serán o estarán todos los empleados o nada más unos cuantos? Porque podría ser que para algunos propietarios de los hoteles se les haga mucha carga el tener que seguirle pagando a sus empleados sin que estos desquiten lo que les están pagando supuestamente de balde, porque de que existan patrones con esta clase de pensamiento, por supuesto que los hay, porque tal vez piensan que les están regalando el dinero sin que lo desquiten, y pues como que no va. Y si bien los empleados no tienen ninguna culpa de lo que está pasando y mucho menos el que se haya ordenado que quedaran solos sus centros de trabajo, y que además se haya sugerido que mandaran a los trabajadores a sus casas con goce de sueldo, pues como que mejor ponerlos a hacer algo aprovechando que están vacíos los hoteles, aunque sean trabajos de mantenimiento poniendo a oficinistas, contadores y todo tipo de personal administrativo a tender camas, lavar la loza, etcétera; y más los hoteles que cuentan con alberca, porque si no se limpia constantemente el agua se pudre de inmediato. Y en este entendido, ¿el personal de cocina qué?
Por ejemplo, al menos dos de los más céntricos hoteles de Tepic, se dedican a ofrecer desayunos, comidas y cenas, en donde muchos personajes de la política se dan cita, así como una gran variedad de comensales. Así que si ya no pueden ofrecer sus viandas por haberse prohibido la venta en los restaurantes, más que únicamente para llevar, aunque en un principio se haya dicho que con una separación de metro y medio o dos metros entre mesa y mesa sí se podría seguir atendiendo, al parecer ahora ya ni así, porque algunos de los restaurantes de los céntricos hoteles en cuestión, lucen vacíos y con las sillas patas arriba encima de las mesas.
Y si bien se dijo en su momento que se podría vender comida solamente para llevar, es difícil que los hoteles puedan competir con cocinas económicas u otros restaurantes menores, sobre todo por los precios y además, porque los hoteles no tienen práctica en estos menesteres del reparto a domicilio. Así que si al personal de cocina no lo descansaron y los están obligando a presentarse aunque no hagan prácticamente nada o la misma cantidad de comida habitual, pues, otra vez, como que no va.
Pero probablemente esto no esté pasando nada más en los hoteles, sino también en otros negocios en que veladamente esté trabajando personal pero con las cortinas cerradas, porque al fin ya al cabo de lo que se trata es de que estén y luzcan cerrados los negocios; sin embargo, el fondo del asunto ha sido para que no haya conjunción de personas en un local del tipo que sea; sin embargo, tal vez y como se mira en los hoteles que no están solos por completo, así otros negocios están aprovechando para estar haciendo a sus trabajadores que de todos modos se han presentes para hacer lo que sea, el caso estriba en no pagarles sus salarios así como así.
Se dice que no se quiere gente en las calles para evitar cualquier posible contagio por el roce de persona a persona, y que no debe darse la mano ni abrazos y mucho menos besos; pero el problema es que si siguen presentándose trabajadores a los hoteles y otros negocios aunque luzcan aparentemente sin dar servicio, por obvias razones estos empleados tienen que andar en la calle cuando se trasladen a laborar.
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