Ramón Antonio Larrañaga Torróntegui
Un día te enojas, estas molesto y reflexionas que ya no sientes lo mismo, que ella no importa o estas arrepentido en llevar tanto tiempo juntos ¿Se esfumo el amor? ¿Podrías sentirte feliz al verte liberado? Algunas personas por su naturaleza traen genéricamente ese espacio y tiempo para que a cierta continuidad se dé el rechazo y brote en ella el arrepentimiento culposo argumentado que no era lo que esperaba, ya no le importa, no lo necesita, es culpable en su pérdida de tiempo, incluso sin terminar la relación sale con otra persona a escondidas y dice disfrutarlo sin preocuparle el ser atrapada en el desliz. Su naturaleza le hace ser jugadora de sentimientos, fogosidades que ocupa.
Su mente le grita, hazlo para que seas feliz, no importa perder lo que ya tienes. Eso que tienes aburre, no tiene sentido, usted merece ser premiada en ese estallido pasional. Existen otro tipo que lo hacen por vicio, son adictos a ello, y lo hacen según ellos para sentirse amados pero al final es un vicio de consecuencias negativas que lo arruina todo. Llega el momento en decir adiós a quien amas, sabes que la vida sin ella no es completa pero es mejor seguir cada quien por su camino. Crees tener la razón en defenderte al perder lo que tenías ganado.
La lucha por acreditar materias en el grado ha fomentado en tu mente en que nada está perdido, así que tienes ese derecho a luchar aunque no exista garantía en salir airoso. No es lo mismo aprobar la escuela que el amor al ser más difícil en sostener al sentir el sentimiento de que todas las fibras diminutas de nuestro cuerpo se ven afectadas cuando nos excita. No tienes esa capacidad en dejar de pensar en la persona que amas y cuando la ves estás nervioso.
El sentirla cerca y hablar con ella desata que los labios tiemblan, y también las rodillas. No puedes mirarla directamente a los ojos. Tu aliento te está frenando. Las pautas de ritmo cardíaco se ven aceleradas están participando en el delirio, es como un choque eléctrico. Nunca podemos explicar por qué, no importa cuán inteligentes seamos, todavía no podemos comprender completamente por qué usted, yo, él y todos nosotros somos tan ignorantes cuando se trata del amor. No podemos simplemente pasamos de la entereza a ser marioneta. A veces, las simples preguntas de amor han hecho demasiado ruido.
No se trata en ser artífices de la relación perfecta porque no existe el ser en esa condición, solo se trata de dos personas que a pesar de las cosas estresantes entre ellas valoran, sí, todavía tienen el coraje de mantenerse fieles a sí mismos y no cometer bribonada. No son perfectas, ambas fallan, pero prefieren abrir camino al entendimiento para que la oportunidad que se ofrecen los haga sentirse amados. Herirse los lleva por el camino de la frustración al no entenderse, desencadenando malas conductas inexplicables para ambos. Es triste arribar a esta situación cuyo límite se vislumbra cerca ante la falta de cooperación entre ellas para que lo que no debería pasar nunca llegue. La clave se llama encontrar la palabra correcta, el darse un abrazo inesperado, cuidar lo que se asegura debido a que las palabras mal empleadas en ese tipo de momentos generan confusión pero un abrazo jamás.
El que miente, limita y el alivio momentáneo que genera se revierte para caer en un estado de ánimo mucho peor que el primero por el que se tiene la audacia en mentir. La tolerancia tiene ciertos límites y se valora normalmente cuando la persona se ha ido, ya no desea regresar, porque no desea regresar para repetir actitudes desagradables vividas. Pierde el que se queda herido o el que se va sintiéndose ofendido. Una de las peores cosas es esperar que haya más, eso no es todo. En la vida no solo se aprende de los errores cometidos, sino también de las personas que lo perjudican personalmente. Cada quien ¿Elige amar? ¿Qué pasaría si no hicieras nada más que amar?
Podrían ayudarte cuando las cosas se complicaran, ni siquiera porque muchas veces te darían consejos incluso como la primera persona que se preocupa por ti. No es necesario cometer errores para comprender que se está actuando negativamente y se arribara en lastimar como tampoco es sano esperar a que la persona que ofende se arrepienta y no lo vuelva a cometer o cuando menos lo intente.
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