Por Sergio Mejía Cano
Recuerdo cuando niño que mi papá llegaba de viaje en trenes de carga entre Tepic y Guadalajara, en que hubo ocasiones en que decía que ya se habían comenzado a quemar los cerros o que ya no tardaban en prenderse lo cerros, cosa que comprobé cuando ya me tocó andar también en el camino, pues de día se miraban grandes columnas de humo y por la noche varios incendios en la lejanía, sobre todo al atravesar la Sierra Madre Occidental entre La Quemada, Jalisco e Ixtlán, Nayarit.
Ya con el tiempo les llegué a preguntar a personas que desde niños habían habitado la zona rural, como muchos trabajadores del departamento de Vías y Estructuras y su respuesta común era que desde que recordaban, cíclicamente los cerros se incendiaban por lo regular en forma espontánea, excepto parcelas que eran prendidas con fuego a propósito con fines de sembrar, y que obviamente había ocasiones en que la lumbre se les salía de control a los campesinos pero que era poca cosa y sin llegar a mayores.
Y respecto a la lumbre en la punta de los cerros, comentaban que esos incendios se daban en forma natural, ya que quién se iba a subir a tan alta altura nada más con el fin de prenderle fuego a los cerros.
Y sí, viajando por la vía férrea era común por estas fechas de abril y mayo en que se veían varios incendios tanto a lo lejos como en las cercanías de la vía del tren y desde luego en lugares apartados de los asentamientos humanos o poblaciones cercanas, pues se intuía que esos incendios en los lejanos cerros nadie los había iniciado más que la propia Naturaleza.
Y si por lo regular estos incendios se miraban en la lejanía, hubo ocasiones que me tocó verlos muy cerca de la vía férrea, abajo y arriba de la montaña. No me tocó a mí, pero hubo compañeros que comentaron que sus trenes habían tenido que detener su marcha porque la lumbre estaba llegando muy cerca de la vía.
Pero no nada más viajando en tren se puede observar cómo se están incendiando los cerros en tiempos de seca o como también se le suele llamar: en época de estío, ya que toda persona que vaya viajando por carretera a cualquiera hora, podría en determinado momento ver que en varios cerros y hasta campiñas hay fuego y muchas de las veces en forma considerable.
Todavía hasta principio de los años 80 del siglo pasado, no se le daba tanto auge a los embates de la Naturaleza tal y como se ha hecho posteriormente a esos años, porque de pronto se comenzaron a trasmitir noticias más que alarmantes respecto a terremotos, huracanes, incendios forestales, maremotos y toda clase de catástrofes para la humanidad; y más hoy en día en que el mundo se convirtió prácticamente en un pañuelo por cuestiones tecnológicas respecto a la información, debido a que ahora la comunicación es prácticamente instantánea, pues llegan las noticas casi en el mismo instante en que está sucediendo algo en cualquier parte del mundo; de ahí que muchas agencias informativas estén al pendiente de cuanto sucede en perjuicio de los habitantes de este planeta para darlo a conocer de inmediato.
Sin embargo, ha habido voces que afirman que los incendios forestales se han incrementado en forma alarmante; pero también se ha dicho que muchos de ellos se han considerado como hechos a propósito, tal y como se afirmó por parte de las autoridades de Protección Civil del estado de Jalisco ahora que ocurrió el primer incendio del Bosque de la Primavera, muy cercano a la zona conurbada de Guadalajara, Jalisco, y más sospechas al respecto se han levantado debido a que posteriormente a este primer incendio le han seguido una serie de acontecimientos que han quemado buena parte de este bosque que, curiosamente después de otros incendios en años pasados, comenzaron a aparecer fraccionamientos de residencias de lujo como Rancho Contento, Pinar de la Venta, esto por el lado oriente de dicho bosque, porque por el lado sur-poniente, ahora existen Buganvilias, El Palomar que están precisamente en el cerro del Colli muy cercano al bosque de la Primavera, por lo que hay persona que no quitan el dedo del renglón señalando que qué casualidad que en vez de reforestar las zonas siniestradas por el fuego, mejor se fraccionó para dar paso a residencias de gente pudiente.
Pero en Tepic también se dan cíclicamente incendios en los cerros que dieron origen al nombre de la capital Nayarita (Tepique-lugar entre cerros), pues también se prenden ya sea espontáneamente o por efectos desconocidos, por lo que ahora se esperan con ansias las lluvias.
Sea pues. Vale.
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