Toda educación será gratuita, a futuro
Sergio Mejía Cano
Febrero: mes de las inscripciones en las escuelas de educación básica; mes en donde cíclicamente se informa que ningún padre de familia está obligado a pagar ninguna cuota al respecto, pero que más parecen palabras al viento y, cuando alguien reclama por cobros de inscripción, las autoridades educativas le cargan la mano a las asociaciones de padres de familia diciendo que son las que aprueban que se paguen dichas cuotas supuestamente voluntarias pero que a fin de cuentas son prácticamente obligatorias so pena de no quedar inscritos los hijos de los padres o madres que se nieguen a pagar esas dichosas cuotas.
Entonces si quienes promueven y obligan a los padres y madres de familia a que se pague determinada cuota no nada más para la inscripción, sino también para otros gastos que se les ocurren a dichas asociaciones de padres de familia y según se ha documentado hasta para que les entreguen boletas de calificaciones y certificados, que sean esas personas o agrupaciones que obligan a pagar determinada cuota por lo que sea, a que sean ellos los que paguen y no quien no pueda hacerlo, porque es obvio que la situación económica de muchas familias es muy caótica, que mal tienen para comer y no para pagar dinero por la educación por sus hijos; porque por si fuera poco, hay planteles educativos en donde los profesores (ambos géneros) obligan a los alumnos a llevar determinados libros de texto, juegos de geometría, colores, cuadernos y toda una gama de utensilios que para muchos padres y madres de familia se les hace casi imposible de poder adquirir.
Así que si en verdad las autoridades educativas quisieran que ya no se presentaran estos líos cada vez que hay matrículas, lo primero que deberían de hacer es desaparecer de una vez y para siempre esas nefastas asociaciones de padres de familia que por lo visto, están coludidas con las autoridades educativas para exprimir aún más la economía familiar de otros padres de familia que a duras penas pueden mandar a sus hijos a recibir una precaria enseñanza que muchas de las veces se ve obstaculizada por las represalias hacia los papás y mamás que no pueden aportar ningún tipo de cuota so pena de quedarse sin comer; porque se ha dicho y documentado que tanto así están coludidas autoridades educativas como las asociaciones de padres de familia que hasta cuenta en el banco tienen, ya que en muchos de los casos obligan a los papás y mamás a tener que ir a perder enormes cantidades de tiempo en algún banco para pagar las dichosas cuotas que, en asamblea o junta de padres de familia se aprobaron y hasta con la consigna de que los padres de familia que no hayan asistido a dichas asambleas o juntas se les tomará como un voto a favor de lo que ahí se apruebe; aprobaciones que por lo regular siempre van en detrimento de la economía de las familias menos solventes de los planteles escolares.
Y ahora se oye voces de algunos padres de familia que les han salido con la jalada de que para poder matricular a sus hijos en primer año de primaria, éstos tienen que haber cursado mínimo dos años de preescolar, algo que si bien ya está contemplado dentro de la educación básica, para muchas familias es prácticamente muy difícil hacer que sus retoños vayan a preescolar, sobre todo en las zonas rurales y más, para las familias que deciden cambiar su residencia a la capital del estado donde vivan, porque por lo regular en la zona rural no existen las facilidades para la educación preescolar como en las ciudades grandes o más o menos medianas como Tepic.
Se entiende que la educación o enseñanza que imparta el Estado debe de ser laica y gratuita; sin embargo, me comenta una persona versada en leyes que mirándolo bien, eso de la gratuidad está plasmada a futuro en el apartado IV del artículo 3° constitucional, que dice: ?Toda la educación que el Estado imparta será gratuita?; y si bien podría tomarse como una cuestión de semántica, con el hecho de que diga ?será gratuita?, el Estado podría alegar que sí será gratuita, pero cuando se pueda hacer y por el momento no se puede, por lo que no faltaría algún aguzado que interprete esto como de que como por el momento no puede ser gratuita, por eso se legalizan las cuotas que determinan las asociaciones de padres de familia.
Pero lo que sí es un hecho, es que en cualquiera forma que se le niegue a un mexicano su derecho a la educación, será una violación flagrante al artículo 3° constitucional, pues todo individuo tiene derecho a recibir educación.
Sea pues. Vale.
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